miércoles, 2 de julio de 2014

No devalúes tu trabajo, siempre hay otras opciones.

La verdad es que siempre había pensado en hablar sobre cosas técnicas en mi blog, ya que en realidad, es lo que más me gusta y me apasiona, crear confort en las viviendas, descubrir nuevos sistemas de climatización, abrir nuevos proyectos con ilusión y porqué no decirlo, escribir aquí y ayudar a usuarios con sus instalaciones.

Pero dada la situación actual, creo que por esta vez, voy a expresar mi opinión sobre lo que está sucediendo, tanto en nuestro sector, cómo en cualquier otro campo, esto que voy a escribir, es ya aplicable para cualquiera, lo mismo me da que seas electricista, fontanero, arquitecto o zapatero.





Creo que debemos cambiar nuestra forma de hacer las cosas, porque de lo contrario esto no se sujeta y porque ya no hay otra fórmula posible.

De lo que hablo es de cómo estamos devaluando el trabajo, si bien es cierto, que hace unos años, estábamos ante un "TODO VALE" y se permitía cualquier cosa, ahora hemos pasado justo al lado contrario y creo que no es bueno estar situados ni en un lado, ni en el otro.

Por la parte que toca a los profesionales, no sólo somos meros compradores de productos y vendedores o instaladores de ello, no podemos entender nuestra profesión sólo como una mera forma de ganar dinero y sobrevivir, debemos entender que nuestra profesión, es nuestra vida y como tal hay que valorarla.

Ser profesional, implica instruirse, estar al tanto de nuevos productos y tecnologías, de cumplir con las exigencias de las administraciones, de mejorar día a día en lo que hacemos invirtiendo nuestra energía y nuestro tiempo en lo que además de darnos de comer y pagar nuestras facturas diarias, nos llena de ilusión.

Por eso, a la hora de poner un precio a nuestro trabajo, no debemos olvidarnos de la cantidad de horas que invertimos, no sólo en la realización de ese trabajo, sino en TODO lo demás. 

Así que a la hora de presupuestar, facturar o hacer cualquier cosa en nuestra profesión, debemos de ser JUSTOS. Es decir, debemos de sacar beneficio, eso por supuesto, pero también tener en mente que trabajamos para hacer mejor la vida a los demás.

Una excelente idea es cooperar entre nosotros, con el fin de que sin bajar los precios, nos ayudemos unos a otros a ofrecer facilidades a nuestros clientes, que se adapten a su economía.

Por el lado del cliente, estoy de acuerdo en que las cosas están muy complicadas y que debemos mirar con lupa lo que nos gastamos.

Pero no podemos permitir que en nuestra vida entre cualquier persona sin escrúpulos que nos haga un trabajo sea de la índole que sea y que por el mero hecho de que es económico, suponga en el mejor de los casos una nueva inversión de dinero porque el trabajo, se debe volver a repetir.




Por eso, a la hora de solicitar cualquier servicio, como clientes, debemos de exigir al profesional que sea una persona acreditada, con las titulaciones necesarias y que cumpla con los requisitos para desarrollar el trabajo.

Una estupenda garantía es pedir al profesional su carnet de instalador en caso de la más mínima sospecha.

Como conclusión, los profesionales, debemos esforzarnos aún más si cabe en buscar soluciones que ayuden a nuestros clientes, sin que la de devaluar nuestro esfuerzo sea la salida más sencilla. Ofrecer algo que nos diferencie, cooperar entre nosotros para juntar medios y minimizar gastos y un sin fin de soluciones que si bien a la corta, van a requerir ingentes cantidades de energía y tiempo, a la larga, será la única salida.

viernes, 30 de mayo de 2014

Los gases fluorados y su potencial efecto invernadero

Como soy alguien que me gusta estar al tanto de todas las novedades y saber más allá de lo que justo ahora se está moviendo, si me dicen que vaya a un curso, voy, y más aún cuando en ese curso te enteras de la que se nos viene encima, con más motivo.



Así que esta vez, os voy a hablar sobre los gases fluorados y las nuevas normativas que se van a implantar, para dichos gases.

Todo esto viene de Europa y de las restricciones en cuanto a contaminación y efecto invernadero.

Los gases fluorados son refrigerantes que llevan internamente los equipos de frío cómo pueden ser cámaras frigoríficas, climatizadores, aires acondicionados...

Hace algunos años, se prohibieron los gases refrigerantes con cloro, porque destrozaban la capa de ozono, como era el caso del R-22 por eso, este tipo de gases están TOTALMENTE prohibidos desde hace ya años y no son objeto de nuestro artículo.

Tras el problema del ozono, dijeron, hay que sacar nuevos gases, por lo que se pusieron manos a la obra e hicieron el R-407C, R-410A etc...

Estos no estropeaban la capa de ozono, pero nos encontramos con otro problema, el efecto invernadero. Es decir, que NO SÓLO EL CO2 PRODUCE EFECTO INVERNADERO, sino que estos gases, comparados con el CO2, son muchísimo más productores de dicho efecto, que el mismo CO2.

Veamos hasta qué punto y os adjunto una tabla en la que se comparan estos gases con el CO2.




Cómo vemos en la tabla, todos los gases toman como referencia el CO2, es decir, el valor de efecto invernadero de un kilo de CO2, es 1. Si lo comparamos con el R-410A estaríamos hablando de que verter a la atmósfera un kilo de R-401A equivale a 2088 kilogramos de CO2.

Lo repito, que esto es muy importante:

UN SOLO KILO DE R-410A EQUIVALE A 2088 KILOS DE CO2.

Me diréis ¿pero dónde hay un kilo de gas? por favor, qué barbaridad...

Os lo digo, una máquina doméstica no muy grande, de esas split que se ven por cualquier lado, llevan desde 900 gramos a 1.200. 

Así que estamos hablando de un problema bastante serio. 

Imaginemos que tenemos una máquina vieja y la decidimos quitar sin recuperar el gas, tirándolo a la atmósfera, así a lo bestia. Pues eso equivale al CO2 que emite tu coche en 15.000 km de recorrido.

Una vez enterados del problema que tenemos entre manos, la unión europea ha decidido poner una tasa a estos gases, es decir "el que contamina, paga"

Pero esta tasa ¿para tanto es? 

Pues digamos que a nivel individual, es un precio majo, pero a nivel industrial, tener una fuga de un gas de este tipo, puede suponer unas pérdidas de miles de euros diarias.


Estas son las tasas que se aplicarán a los diferentes refrigerantes en función a su efecto invernadero, es decir que a cada kilogramo de gas, se le sumará esta tasa y a la suma, se le aplicará el IVA.

Como resumen, y por no profundizar más en el tema,  debemos de ser muy conscientes de lo que tenemos entre manos, ya que estamos poniendo en juego el clima del planeta, por lo que no debemos dejar escapar ni una sola gota de este tipo de gases.

Así que SIEMPRE que exista una instalación de "frío" debemos ponernos en manos de un profesional, que sepa qué hacer con el gas de nuestro equipo.